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El papel del Instituto Cervantes en la difusión de las lenguas cooficiales de España

Autoridades académicas, profesores, estudiantes y amantes en general de nuestra cultura, buenas tardes.

En calidad de director del Instituto Cervantes de Roma es para mí un placer y un honor presentar este encuentro con la poeta gallega Alba Cid, con ocasión de la celebración del Día das Letras Galegas.

Hoy voy a hablarles sobre las lenguas de España y su promoción. Les agradezco su atención de antemano e intentaré ser bastante conciso. No obstante, considero fundamental realizar una breve introducción.

El artículo 3.º del Título preliminar de la Constitución española de 1978 estableció que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

Asimismo, estableció que las distintas modalidades lingüísticas de España constituyen una riqueza y un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. Se reconocía así el derecho de los ciudadanos de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Galicia, Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana a utilizar su lengua (euskera, gallego, catalán y valenciano), con rango de cooficialidad, sin menoscabo de la castellana o española.

En declaraciones realizadas el pasado mes de septiembre en el Instituto Cervantes de Madrid por nuestro Presidente del Gobierno para conmemorar el Día Europeo de las Lenguas el 25/9/23, este subrayó “nuestra pluralidad lingüística” como “valor único” y que “nos define y nos hace ser como somos”. Y pocos días después de aprobarse la modificación del Reglamento del Congreso en relación al uso de las lenguas cooficiales, Pedro Sánchez señaló que “escuchar en el Parlamento las lenguas con las que nuestros compatriotas nombran la realidad de España era imprescindible”, primero, porque “esas lenguas forman parte del gran legado cultural de nuestro país y debemos cuidarlas”. He citado al presidente del Gobierno, pero es importante señalar que estas palabras podría firmarlas asimismo -y no es fácil- el jefe de la oposición o prácticamente cualquier responsable político español.

La lengua materna predominante en casi todos los territorios del país, el castellano, es hablado por el 98,9% de sus habitantes. Y en el caso de determinados territorios, el catalán, el gallego y el euskera hacen que más de 10 millones de personas convivan en una realidad bilingüe, la cual varía en su grado según el lugar y la situación socioeconómica.

Una encuesta realizada por el Pew Research Center en 2019 indicaba que el 81% de los españoles hablan castellano en casa, el 8% catalán, el 4% valenciano, el 3% gallego y el 1% euskera. Por tanto, el 89% de los gallegos puede hablar su lengua, el 85% de los catalanes lo mismo, y la misma realidad sucede con el 63,1% en Islas Baleares, el 55,1% de los vascos, el 51,8% de los valencianos y el 21,7% de los navarros (en euskera igualmente).

La lengua oficial del Estado, el castellano, es la lengua del antiguo reino de Castilla. Al difundirse por el mundo durante los siglos XVI y XVII, fue cada vez más conocida como español. Parece bastante aceptado que «español» es el término apropiado para situar el idioma en el ámbito internacional, siendo preferido el «castellano» cuando se cita dentro de España.

Por eso la Constitución dice: «El castellano es la lengua oficial del Estado». El español, al igual que el resto de las lenguas románicas, se formó durante el largo periodo de tiempo que va de los siglos IV al X como consecuencia de la fragmentación del latín. En el siglo XIII era ya una lengua de cultura. La épica popular dio origen al Cantar de Mio Cid, un poema anónimo del siglo XII en el que se muestra tal maestría, que hace suponer la existencia de una vieja tradición literaria anterior a él.

A principios del siglo XVI, el castellano se había extendido por toda la península Ibérica y comenzaba a convertirse en lengua internacional. Su prestigio se propaga por el resto de Europa, sobre todo por los Estados italianos y Flandes, pero también por Francia, Gran Bretaña y Alemania.

El hecho crucial resultará sin duda la llegada a América en 1492. El castellano será la lengua que viaje a los nuevos territorios de ultramar, y absorberá muchos elementos procedentes de las lenguas indígenas, por ejemplo nuevas palabras como canoa, hamaca, tiburón, tabaco, caimán. A lo largo de cinco siglos, el castellano se asentará y se extenderá. El viejo castellano se ha convertido en el español, una lengua en crecimiento prácticamente desde el siglo XVI. A finales del siglo XIX había unos 60 millones de hablantes. Actualmente la cifra se ha decuplicado y es la segunda lengua más hablada del mundo, tras el chino. Los hispanohablantes son casi el 8% de la población mundial.

Juntamente con el castellano, el catalán es el idioma oficial de Cataluña (1979) y Baleares (1983). Se habla también en Andorra, en la franja de Aragón limítrofe con Cataluña, en el Rosellón y la Cerdaña, así como en Alghero. Según la Generalitat de Cataluña actualmente el catalán posee un total de 13.740.000 hablantes repartidos entre España, Andorra, Francia e Italia.

Según la misma fuente, el catalán nació entre los siglos VIII y X en la zona norte de la actual Cataluña y en Andorra. No fue hasta los siglos XII y XIII cuando se extendió al resto de Cataluña, a Baleares, a la mayor parte de la Comunidad Valenciana y a parte de Aragón.

La lengua catalana aparece por primera vez en la documentación escrita en la segunda mitad del siglo XII. El primer texto conocido escrito íntegramente en catalán es la traducción de un pequeño fragmento del Liber iudiciorum, código de leyes visigótico, de la segunda mitad del siglo XII.

Desde el siglo XIII el catalán cuenta con su primer gran talento literario universal: Ramón Llull. Es el primer escritor que utiliza el catalán en la prosa literaria. Pero fue en el siglo XV cuando la narrativa alcanza momentos de gran esplendor con Tirant lo Blanc de Joanot Martorell, considerada la primera novela moderna de la literatura europea.

El catalán padece diversas etapas de prohibición en su uso administrativo -no doméstico-, ante todo a partir de la llegada de los Borbones a España en el siglo XVIII y sus Decretos de nueva planta.

En el siglo XIX comienza una etapa de recuperación económica, cultural y nacional conocida con el nombre de Renaixença. La lengua catalana vuelve a revivir como vehículo de cultura literaria gracias a figuras importantes como Jacint Verdaguer, Narcís Oller y Àngel Guimerà.

La Renaixença sirvió para tomar conciencia de la falta de unidad en el uso y de la necesidad de proceder a la elaboración de unas normas ortográficas, y propició la publicación de las Normes ortogràfiques (1913), del Diccionari ortogràfico (1917) y de la Gramàtica catalana de Fabra (1918). Por último, es importante señalar que, con el nombre oficial de valenciano en el Estatuto, la Comunidad Valenciana es, en muy buena parte de su territorio, un lugar también catalanoparlante.

El euskera es una de las lenguas más antiguas de Europa. Muchos lingüistas e investigadores, como el alemán Theo Venneman, afirman que el euskera es la lengua viva más antigua de toda Europa. Su origen es actualmente desconocido, aunque muchos entendidos afirman que existe al menos desde el Neolítico.

Al comienzo de los tiempos históricos el área geográfica donde se hablaba el euskera ocupaba una zona extensa entre los Pirineos y el Ebro pero desde entonces se ha ido reduciendo paulatinamente.

Hoy se habla en el País Vasco español, en Navarra y en el territorio vascofrancés. Las primeras seis palabras escritas en euskera son anotaciones a vuela pluma que un monje anotó en el Códice Emilianense nº 60 de San Millán de la Cogolla allá por el inicio del s. XI, pero los primeros textos escritos en euskera se remontan al siglo XVI, cuando Bernard Dechepare publicó Linguae Vasconum Primitiae. Más tarde, en 1571, Joanes Leizarraga tradujo al euskera el Nuevo Testamento.

En 1979 el Estatuto de Autonomía declaró el euskera lengua oficial de la Comunidad Autónoma Vasca. Desde entonces se han desarrollado numerosas normas y constituido diversos organismos e instituciones con el objeto de recuperar la competencia, el uso y el estatus del euskera.

Ahora, por fin, les hablaré de la lengua materna de nuestra invitada. El gallego se habla en la práctica totalidad de Galicia, en franjas limítrofes de Asturias, León y Zamora y tres pequeños lugares de Extremadura (donde se habla la ‘fala’).

No obstante, debido a circunstancias históricas que obligaron a millones de gallegos a emigrar fuera de España, incluso en la actualidad se mantienen comunidades de hablantes en grandes ciudades como Buenos Aires, Monte Video, Zúrich o Barcelona.

Acudiendo a la información que aporta la Xunta de Galicia, desde el siglo IX ya se podía apreciar la diferencia entre el latín y otra lengua en el noroeste de la Península Ibérica, denominada galaico-portugués, que se habló en toda la franja noroccidental del territorio mencionado. Del mismo surgirían posteriormente el gallego y el portugués modernos.

El gallego tuvo un esplendoroso florecimiento literario durante la Edad Media. Las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, al que esta Universidad ha dedicado una exposición recientemente, ejemplifican su uso y prestigio como lengua literaria en las postrimerías del siglo XIII.

El siglo XIX acoge el Rexurdimento (resurgimiento) literario y los movimientos de defensa de la singularidad, también lingüística, de Galicia. El año 1863, con la publicación de la obra de Rosalía de Castro Cantares Gallegos, representa la respuesta literaria a la lengua de un pueblo que se mantiene fiel a su cultura.

El año 1905, se constituye la Real Academia Gallega, que representa la institucionalización del proceso de recuperación lingüística. Las Irmandades da fala (Hermandades para el idioma), el grupo Nós y otros movimientos sociales apoyan y dinamizan esa fidelidad del pueblo con su lengua, que sufre también el trauma de la Guerra Civil y sus consecuencias. A partir de 1960 se comienza a dejar atrás lo que Celso Emilio Ferreiro calificó como Longa noite de Pedra (Larga noche de piedra).

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Tras esta obligada introducción, pasaré a hablarles brevemente de lo que el Instituto Cervantes hace en pro de la difusión en el extranjero de estas lenguas cooficiales.

En 1991 el Instituto Cervantes, organismo sin ánimo de lucro, se creó con el fin de promover universalmente el español y difundir la cultura en lengua española, y de acuerdo con los objetivos y funciones de la institución, difunde y promueve la diversidad lingüística y cultural de España e Hispanoamérica en colaboración con diversos organismos regionales, nacionales e internacionales.

Hace ahora casi cuatro años, en mayo de 2020, el director del Instituto Cervantes firmó un acuerdo con la directora del Institut Ramon Llull, la presidenta del Consello da Cultura Galega y la directora del Instituto Etxepare, para apoyar la diversidad lingüística de España y el respeto a su “realidad pluricultural a través del diálogo y el entendimiento”, tanto dentro del Estado Español como en el extranjero.

Las lenguas cooficiales de España constituyen parte importante del patrimonio lingüístico y cultural español y por ello el Instituto Cervantes ofrece cursos de catalán, gallego y vasco en su red de centros según demanda, impartidos por profesorado experto y con arreglo a los niveles del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

Ya sea a través de cursos y actividades en la red de centros, ya sea a través de los diversos proyectos y recursos que el Instituto desarrolla en Internet, las lenguas oficiales y vernáculas de España encuentran un impulso internacional en las diversas acciones del Instituto en el mundo. Todo en aras de que nuestros estudiantes reciban una clara imagen de España como Estado multilingüe y multicultural.

Es importante saber que todas nuestras bibliotecas cuentan con espacios específicos con bibliografía para el aprendizaje de estas lenguas y una muestra importante de sus literaturas.

El Instituto Cervantes de Roma en concreto incluye en su oferta didáctica cursos de catalán, gallego y euskera, que en los últimos años han cosechado una discreta aceptación. Cabe destacar, solo durante el presente año académico, la activación de dos cursos de catalán de nivel básico, y la puesta en marcha de encuentros literarios dedicados a autores de lengua catalana, como el celebrado en torno a la figura de Josep Pla y su relación con Italia el pasado mes de febrero en la Sapienza.

Este compromiso con las lenguas cooficiales es no solo propio del Cervantes sino un compromiso mío personal como director del Cervantes; en el otro centro que dirigí, Londres, fueron constantes las actividades realizadas en este ámbito: eventos culturales con presencia de la lengua gallega – tuvimos por ej a Alba Cid -, presentaciones de revistas académicas, actos con la editorial Galaxia, etc… Además de cursos de vasco, importantes colaboraciones con la sede londinense del Ramon Llull y una jornada dedicada a la traducción en la que pusimos en contacto a editores británicos con agentes culturales e instituciones oficiales dedicadas a la promoción del catalán, el valenciano, el gallego y el vasco.

Capítulo aparte merece la estrecha vinculación y el firme compromiso que nuestro centro mantiene desde hace décadas con la difusión de la lengua y la cultura gallega.

Nuestro espacio expositivo, la Sala Dalí de plaza Navona, albergó ya en 1999 una espléndida exposición, “Huellas Jacobeas: il Cammino di Santiago”, en colaboración con la Xunta de Galicia y Xacobeo 99 y todo un programa monográfico entre finales de 2003 e inicios de 2004, “El camino Jacobeo”, formado por una exposición “Sentimientos de camino”, un concierto del grupo Martín Codax y tres conferencias, una de ellas a cargo del insigne profesor Paolo Caucci von Saucken, rector de la Cofradía de Santiago de Compostela y del Centro Italiano di Studi Compostellani de Perugia, además de uno de los máximos expertos en el Camino de Santiago.

Desde entonces, el Instituto Cervantes ha dedicado siempre atención y espacio en sus programaciones a los artistas y obras gallegos.

Entre las exposiciones dedicadas a estos creadores citaría por ejemplo la dedicada al pintor y poeta surrealista coruñés Eugenio Granell en 2003 o la monográfica en 2014 del pontevedrés Celso Varela, quien tuvo la deferencia de donarnos uno de sus paisajes, actualmente situado en la planta superior de nuestra sede.

Desde 2006 nuestro centro se suma con entusiasmo a las celebraciones del Día das Letras Galegas. Aquel año celebramos un seminario de traducción del gallego al italiano con especialistas de la talla de Giulia Lanciani, Giuseppe Tavani o Emilio Coco, y en 2007 ampliamos la conmemoración a dos jornadas, con un concierto introductorio de Amancio Prada dedicado a Rosalía de Castro y Álvaro Cunqueiro, dos actos literarios y una mesa redonda sobre lengua y literatura gallega.

En otras ocasiones hemos contado con la participación de Manuel Rivas, Marina Mayoral, Luisa Castro, Alfredo Conde, Berta Dávila, Maria do Cebreiro Rábade, Antía Otero, Santiago Serrantes… El 23 de mayo presentaremos también a Inma López en Roma. Hemos homenajeado a Domingo Villar, hemos disfrutado de representaciones escénicas como “Romano” del Grupo Espello Cóncavo, hemos dedicado una exposición a las traducciones de las obras de Valle-Inclán… hemos difundido iniciativas como Xacobeo 2010 organizando un coloquio con Xosé Antonio Sánchez Bugallo, entonces alcalde de Santiago de Compostela…

También la cinematografía en gallego ha estado presente en las programaciones de los festivales que organizamos o en los que participamos. Cito solo las más recientes: “Trinta Lumes” de Diana Toucedo en 2019, “O que arde” de Oliver Laxe en 2022 y “As bestas” en 2023.

Tenemos muy reciente la exposición ‘Alfonso X y Galicia’, que tras su paso por l’Aquila y Roma, fue inaugurada en el Rectorado de este ateneo el pasado mes de octubre para mostrar el legado del rey Sabio en la época medieval y dejar constancia de una faceta poco conocida como fue su conexión con el noroeste peninsular a través de documentos y testimonios que daban cuenta de su legado en paralelo al esplendor de la cultura de la región en la etapa medieval.

Los fondos de nuestra Biblioteca María Zambrano, que ofrece también servicios electrónicos, albergan una nutrida colección de fondos tanto de autores gallegos como en gallego, y actualmente estamos intentando traducir a Rosalía de Castro al italiano con el Consello da Cultura Galega.

Para no tediarles, les ahorro la enumeración de las actividades que en el mismo periodo hemos organizado para difundir la cultura catalana y la vasca, así como las varias mesas redondas con exponentes de las cuatro lenguas.

Como han podido comprobar, nuestra institución en general y nuestro centro en particular cumplen con la vocación y con el compromiso de ofrecer en los territorios donde operan una imagen de la realidad lingüística y cultural española fidedigna y plural.

Pero todo ello no sería posible sin la dedicación, la labor, el apoyo y la inagotable iniciativa de los grandes especialistas en nuestras culturas con los que cuenta el merecidamente prestigioso mundo académico italiano. El profesor Attilio Castellucci en Roma o los profesores Carlo Pulsoni, Marco Paone, Luigi Giuliani y Diana Peppoloni en Perugia son piezas fundamentales en la difusión de la cultura gallega en Italia. A ellos va mi más sincero agradecimiento. Esperamos poder seguir contando con su colaboración y amistad durante muchos años.

Tal como declaró la presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez, en 2020 en ocasión de la firma del acuerdo de colaboración con el Instituto Cervantes, las lenguas “no se deben concebir como barreras ni como armas políticas de confinamiento sino como formas complementarias, no excluyentes, de ver el mundo”.

Esta tarde tendrán la excepcional ocasión de conocer la visión y perspectiva de Alba Cid, poeta y escritora gallega, reconocida desde muy joven con diversos galardones literarios, como el Rosalía de Castro de Cornellà (2006, 2008), o el Juventud Crea (2013, 2016). En 2020 fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández por su obra Atlas que, a juicio del jurado, constituye «una reflexión sobre cómo la literatura elabora mapas de la realidad y sobre el valor moral que puede tener la literatura como problematización del mundo».

Espero que tanto este encuentro como su conocimiento presente y futuro de la cultura gallega les puedan aportar nuevas vivencias y sensaciones, y que disfruten de la compañía de la protagonista de esta cita, Alba Cid.

Sin más, concluyo agradeciendo a los organizadores del evento, a las autoridades académicas y a todos los presentes su asistencia y atención.

(Discurso leído en Perugia en ocasión del Día das Letras Galegas)

 

L'autore

Ignacio Peyró
Ignacio Peyró (1980) è Direttore del Instituto Cervantes di Roma. Ha studiato lettere e biblioteconomia presso l’Università Complutense di Madrid. Come giornalista ha scritto per le principali testate nazionali come El País (di cui è collaboratore fisso), El MundoABC La Vanguardia. Ha fondato il giornale online The Objective e la rivista culturale Ambos Mundos, e ha diretto la Nueva Revista Digital. Ha pubblicato svariati volumi, tra cui Comimos y bebimos. Notas de cocina y vida (2018), Un aire inglés: Ensayos hispano-británicos (2021).